Foro Generacional - Perú

jueves, abril 12, 2007

Jóvenes: rentable inversión del Estado

Escrito por: Federico Tong H.
Coordinador del Foro Generacional
Las historias de las naciones, como las personales, están construidas de oportunidades y decisiones acertadas. El Banco Mundial presentó recientemente el Informe sobre el Desarrollo Mundial 2007, vigésimo noveno instrumento decisorio para la gobernabilidad, pero el primero en examinar a profundidad a la generación joven y su vínculo con el desarrollo.

Su tesis central es que la situación actual de los jóvenes ofrece a nuestro país una oportunidad sin precedentes de acelerar el crecimiento económico y reducir la pobreza. La advertencia es clara: no aprovechar la oportunidad de darles una formación más eficaz para desempeñarse laboralmente y para ser ciudadanos activos, podría propiciar una desilusión generalizada y conflictos sociales.

Durante mucho tiempo la teoría y práctica del desarrollo se concentraron en la niñez, debido a los beneficios que conlleva el logro de un nivel básico de salud y educación. Pero no existió jamás un mejor momento para invertir en los jóvenes, pues estos gozan hoy de mejores servicios de salud y han recibido más instrucción que las generaciones anteriores. Ellos ingresarán en la fuerza de trabajo con menos hijos, a la postre carga económica, debido a los cambios demográficos de los últimos decenios.

¿Porqué invertir en este segmento? Porque constituyen la cresta de una gran ola de gente joven que persistirá por varias décadas antes de desvanecerse. El modo en que sobrelleve su transición hacia la adultez tendrá profundas repercusiones, no sólo en su propio bienestar, sino en el bienestar de las otras generaciones.

El momento es pues inmejorable. Nuestro país atraviesa una situación macroeconómica sin precedentes. Las cifras son extraordinarias y las perspectivas para este año más que alentadoras. Se trata de sembrar para el futuro.

Si seguimos las recomendaciones de este informe, a la reducción de la deuda pública, la eliminación progresiva de las exoneraciones tributarias y la modernización del Estado, hay que considerar la necesidad urgente de incrementar las inversiones en la población juvenil, de manera sistemática y con una visión estratégica.

La actual inversión en juventud es escasa y sin un norte estratégico. En un estudio del Conaju (2004) se estimó en 775 millones de soles la inversión estatal en juventud, la cual estaba distribuida en 112 programas y proyectos sin mayor articulación. Los ingresos fiscales durante el 2006 han aumentado en 10 mil millones de soles y el Presidente García ha anunciado que se dispone de 3 mil millones para el “shock de inversiones”. Para ser coherente con el segmento juvenil a cuyo voto apeló y sedujo en la campaña, allí tiene que apostar.
¿Cómo potenciar esas inversiones?. La fórmula planteada es muy clara: 1) ampliar las oportunidades, 2) mejorar las capacidades, y 3) ofrecer segundas oportunidades a los jóvenes que han quedado rezagados debido a circunstancias difíciles o decisiones desacertadas. Estas políticas deben abordar las cinco fases de transición fundamentales que afrontan los jóvenes e inciden en toda su vida económica, social y familiar, es decir: seguir estudiando, comenzar a trabajar, adoptar un estilo de vida saludable, formar una familia y ejercer los derechos cívicos.

En cada una de esas transiciones el gobierno no sólo deben incrementar las inversiones directamente, sino también cultivar un entorno que permita a los jóvenes y a sus familias invertir en sí mismos. Para ello se requiere una mejor coordinación e integración con la política nacional.

En este contexto, la fusión del Conaju en el Minedu es una señal preocupante. La experiencia internacional nos enseña que aquellos países en que los jóvenes recibieron el apoyo de políticas e instituciones adecuadas, no solo sobrellevaron la situación, sino también prosperaron y, al lograrlo, contribuyeron a crear un futuro de esperanza y oportunidades para todas las generaciones. Así ocurrió en Asia oriental entre 1965-1990, cuyas tasas de crecimiento superaron en más del 40% a la de América Latina.

Los países que han logrado éxito son los que han establecido un marco nacional coherente para los jóvenes, respaldado por todos los ministerios e integrado adecuadamente en la política nacional de planificación y presupuesto. Se trata no solo de incluirlos en los discursos cada cinco años sino de asumir una decisión de fondo que el gobierno tiene que tomar, si lo que se quiere es cosechar para el futuro. La historia juzgará.
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